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sábado, 17 de agosto de 2013

El Arte de la Reconciliación. Génesis 32-33.

En este mundo es normal que siempre tengamos malos entendidos y aun mas también pleitos. Esto se debe a que somos mundos diferentes cada uno piensa y actúa de distinta manera.
El hogar está conformado por una pareja y la pareja esta compuesta por dos personas que nunca se conocían, que vienen de mundos diferentes, culturas diferentes y hasta estratos diferentes.
Es normal que dos personas con estas diferencias tengan desacuerdos en muchas de las cosas que tengan que vivir y sobre todo cuando tienen que tomar decisiones.
Ya que son muy comunes los desacuerdos entre los seres humanos se hace indispensable que aprendamos a reconciliarnos. El arte de la reconciliación.
La reconciliación es algo que se tiene que preparar por eso es todo un arte, para que esto funcione bien necesitamos de algunas cosas tales como:
1. Reconocer que nos hemos equivocado. Es difícil y hasta imposible preparar la reconciliación si creemos que  todos los demás son culpables menos nosotros.
2. Propisiar un encuentro con la persona que queremos reconciliarnos. V 3 “Y envió Jacob mensajeros delante de sí a Esaú su hermano, a la tierra de Seir, campo de Edom. 
32:4 Y les mandó diciendo: Así diréis a mi señor Esaú: Así dice tu siervo Jacob: Con Labán he morado, y me he detenido hasta ahora;” invítalo(a) aun lugar agradable o busca un momento oportuno.
3. Superar los temores. V 6- 7 “Y los mensajeros volvieron a Jacob, diciendo: Vinimos a tu hermano Esaú, y él también viene a recibirte, y cuatrocientos hombres con él.  32:7 Entonces Jacob tuvo gran temor, y se angustió; y distribuyó el pueblo que tenía consigo, y las ovejas y las vacas y los camellos, en dos campamentos” tener temor es natural sirve para protección. Dejarnos dominar por el temor no es normal. El temor sin control produce cobardía. Y nosotros no estamos hechos para ser cobardes. 2 Timoteo 1: 7 “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
4. Depender de Jesucristo, solo Dios puede calmar los ánimos de nuestros agresores. V 9,11 “Y dijo Jacob: Dios de mi padre Abraham, y Dios de mi padre Isaac, Jehová, que me dijiste: Vuélvete a tu tierra y a tu parentela, y yo te haré bien; Líbrame ahora de la mano de mi hermano, de la mano de Esaú, porque le temo; no venga acaso y me hiera la madre con los hijos.
5. Utilizar Un Detalle siempre ayuda. V 13-14 “Y durmió allí aquella noche, y tomó de lo que le vino a la mano un presente para su hermano Esaú: 32:14 doscientas cabras y veinte machos cabríos, doscientas ovejas y veinte carneros,” no siempre se necesita tener dinero para dar un detalle, una sonrisa, un mensaje, un dulce.
* Los detalles pueden preparar el terreno de la reconciliación. Utiliza los detalles antes del encuentro con la persona agraviada. V 17-18 “Y mandó al primero, diciendo: Si Esaú mi hermano te encontrare, y te preguntare, diciendo: ¿De quién eres? ¿Y adónde vas? ¿Y para quién es esto que llevas delante de ti?  32:18 entonces dirás: Es un presente de tu siervo Jacob, que envía a mi señor Esaú; y he aquí también él viene tras nosotros.
6. Nunca te olvides de depender de Dios. Génesis 33: 1-3 “Alzando Jacob sus ojos, miró, y he aquí venía Esaú, y los cuatrocientos hombres con él; entonces repartió él los niños entre Lea y Raquel y las dos siervas.  33:2 Y puso las siervas y sus niños delante, luego a Lea y sus niños, y a Raquel y a José los últimos. 33:3 Y él pasó delante de ellos y se inclinó a tierra siete veces, hasta que llegó a su hermano
Si te preocupas de hacer de la reconciliación todo un arte. Pronto veras los resultados. 33: 4 “Pero Esaú corrió a su encuentro y le abrazó, y se echó sobre su cuello, y le besó; y lloraron.” Lo más hermoso después de toda discusión sin duda es la reconciliación.
El depender de Dios hace que todas las cosas a pesar de las dificultades nos salgan bien. V 18 “Después Jacob llegó sano y salvo a la ciudad de Siquem, que está en la tierra de Canaán, cuando venía de Padan-aram; y acampó delante de la ciudad.
Si crees que en todo o que hiciste dependiste de Dios, y sobre todo si sientes que gracias a él todo te ha salido bien nunca te olvides de ser agradecido. V 19- 20 “Y compró una parte del campo, donde plantó su tienda, de mano de los hijos de Hamor padre de Siquem, por cien monedas.  33:20 Y erigió allí un altar, y lo llamó El-Elohe-Israel.
Recuerda tener desacuerdos con los demás es normal pero no reconciliarse a tiempo y dejar que las cosas se agraven en tu relación eso no  es normal. Confía en Dios lucha por tu relación y pronto lo lograras.






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