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Venganza es buscar el desquite de lo que nos hicieron, es cobrarnos y hacer justicia por nuestros propios medios.
Este mundo es conflictivo y cada vez son más los peligros que podemos correr. Es obligatorio por lo tanto tomar las precauciones necesarias y no propiciar nosotros mismo los momentos de peligro.
Esta es la historia de Dina la hija Jacob. Esto me hace surgir una pregunta que por cierto nada tiene que ver con el tema. ¿Cuántos hijos tuvo Jacob? ¡Trece! Muchas veces creemos que solo eran doce.
Bueno volviendo al tema Dina salió a encontrarse con sus amigas, como lo hace cualquier mujer de su edad. V 1 “Salió Dina la hija de Lea, la cual ésta había dado a luz a Jacob, a ver a las hijas del país.”
El problema es que tal vez no tomo las precauciones del caso, se encontró también con alguien conocido o tal vez no, y paso algo grave…La violo. V 2 “Y la vio Siquem hijo de Hamor heveo, príncipe de aquella tierra, y la tomó, y se acostó con ella, y la deshonró”
En ese tiempo no existía el internet, de lo contrario dina también hubiera chateado con el sin tomar precauciones, arriesgando su integridad física y la de su familia. No todos los tres mil o mas que se encuentran registrados en tu facebook son en realidad tus amigos. No te digo que no utilices las redes sociales, pero si ten mucho cuidado de lo que haces.
El problema de nuestras malas decisiones es que siempre terminan involucrando a los demás y en especial a los que más queremos. El primero en enterarse fue su padre. V 5 “Pero oyó Jacob que Siquem había amancillado a Dina su hija; y estando sus hijos con su ganado en el campo, calló Jacob hasta que ellos viniesen.”
En seguida se enteraron sus hermanos. V 7 “Y los hijos de Jacob vinieron del campo cuando lo supieron; y se entristecieron los varones, y se enojaron mucho, porque hizo vileza en Israel acostándose con la hija de Jacob, lo que no se debía haber hecho”
Los seres humanos somos especialistas en tratar de buscar soluciones cuando ya nos hemos equivocado. V 11-12 “Siquem también dijo al padre de Dina y a los hermanos de ella: Halle yo gracia en vuestros ojos, y daré lo que me dijereis. 34:12 Aumentad a cargo mío mucha dote y dones, y yo daré cuanto me dijereis; y dadme la joven por mujer”
Pero el corazón y la mente de sus hermanos ya habían empezado a trabajar pero no para bien, la venganza los estaba rondando. V 13 “Pero respondieron los hijos de Jacob a Siquem y a Hamor su padre con palabras engañosas, por cuanto había amancillado a Dina su hermana.”
La sed de venganza no nos deja pensar y terminamos involucrando hasta a Dios mismo: nuestra excusa es: “es que la palabra dice”. V 14-15 “Y les dijeron: No podemos hacer esto de dar nuestra hermana a hombre incircunciso, porque entre nosotros es abominación.
34:15 Mas con esta condición os complaceremos: si habéis de ser como nosotros, que se circuncide entre vosotros todo varón.”
34:15 Mas con esta condición os complaceremos: si habéis de ser como nosotros, que se circuncide entre vosotros todo varón.”
Tragedia de venganza, si no desechamos esos pensamiento que pueden llegar a nuestra mente pronto vamos a terminar llevándolos a cabo. V 25 “Pero sucedió que al tercer día, cuando sentían ellos el mayor dolor, dos de los hijos de Jacob, Simeón y Leví, hermanos de Dina, tomaron cada uno su espada, y vinieron contra la ciudad, que estaba desprevenida, y mataron a todo varón.”
Tal vez en nuestra sed de venganza no matemos a alguien de manera física, pero cuantas veces lo hemos hecho de manera verbal, matamos, destruimos y muchas veces sin compasión alguna. Y es que lo que me hizo mi esposo(a) yo me las cobro, eso no se queda así. El que me la hace me las paga.
La venganza solo genera violencia, y más venganza de parte de los agredidos, de nosotros depende vivir en un mundo de paz. V 30 “Entonces dijo Jacob a Simeón y a Leví: Me habéis turbado con hacerme abominable a los moradores de esta tierra, el cananeo y el ferezeo; y teniendo yo pocos hombres, se juntarán contra mí y me atacarán, y seré destruido yo y mi casa.”
No permitas que la venganza te enceguezca porque siempre tendrás una excusa para seguirlo asiendo. V 31 “Pero ellos respondieron: ¿Había él de tratar a nuestra hermana como a una ramera?”
La única solución siempre será Jesucristo. No importa cuán adolorido este tu corazón busca a Jesucristo. 35: 1 “Dijo Dios a Jacob: Levántate y sube a Bet-el, y quédate allí; y haz allí un altar al Dios que te apareció cuando huías de tu hermano Esaú.” la venganza no es nuestra, la venganza es de nuestro Dios. Hebreos 10: 30 “”
Solo dispón tu corazón para empezar de nuevo, quita todos los dioses de tu corazón, envidia, rencor. Etc. 35: 2 “Entonces Jacob dijo a su familia y a todos los que con él estaban: Quitad los dioses ajenos que hay entre vosotros, y limpiaos, y mudad vuestros vestidos.”
La venganza solo desencadena odio y más sentimientos de venganza. Deja la venganza a Jesucristo él sabe cómo hacer las cosas, sobre todo él te dará paz en tu corazón.
Las heridas causadas por nuestros enemigos se abren más y tienden a nunca cicatrizar cuando dejamos que en nuestro corazón se albergue la venganza.
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